miércoles, 21 de abril de 2010

¿QUÉ HACER ANTE LA DIVERSIDAD EN UNA CLASE?


Nosotras, como futuras, maestras nos vamos a enfrentar a estos problema en numeras ocasiones ya que en una clase normal hay un número aproximado de unos 20-25 niños/as y como bien sabemos no todos son iguales en muchísimas cosas en las que entran: la forma de trabajar, el ritmo que quieren llevar, el ritmo que pueden aceptar, la capacidad de recepción de objetivos y contenidos etc.
Por ello vamos hacer el siguiente comentario sobre la actividad mandada en clase de Psicología de la Educación para ayudarnos a coger tablas en este trabajo que hemos elegido.
Creo que es una buena práctica ya que nos hemos tenido que meter en el papel de una maestra que cuenta en su clase, como es lo normal y hemos comentado antes, con varios niños/as que necesitan, de mayor apoyo y comprensión.

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD PROPUESTA EN CLASE:
Nosotras contamos en clase con un grupo de 25 alumnos de los cuales vamos a analizar a cinco:
Descripción de estos cinco niños/as:
· Dos vagos.
· Un ambicioso.
· Dos que padecen de ansiedad inhibidora del rendimiento..
Debido a la diversidad existente en nuestra clase las actividades que hagan los alumnos serán las siguientes:
ALUMNO AMBICIOSO:
Quizá este sea el caso que parece más fácil de llevar ya que bastaría con que siguiese el ritmo de la clase y se adaptase a sus compañeros que van más rezagados pero, no debemos condicionar ni frenar el aprendizaje de ningún alumno y si este exige más conocimientos debemos abrir un gran abanico de posibilidades para que alcance la satisfacción personal e intelectual que demande, por ello haríamos las siguientes actividades.
El deberá realizar las actividades que se les propongamos a los alumnos con el aliciente de que si, termina antes que los demás podrá realizar actividades complementarias que le ayudan a continuar y no aburrirse. De esta manera no irá más atrasado de sus posibilidades y dejamos un margen de tiempo para que los alumnos que lleven un ritmo de clase normal puedan terminar las tareas mandadas, no las complementarias.

ALUMNOS CON ANSIEDAD INHIBIDORA DEL RENDIMEINTO:
A estos alumnos les ensañaremos técnicas de relajación para que no se pongan nerviosos y se agobien ante la idea de que tiene un tiempo muy reducido para realizar una actividad, que a su parecer, es muy complicada para ellos.
Si, por ejemplo, sabemos que una actividad tiene un tiempo de realización estimado en 20 minutos les permitiremos a todos los alumnos que tarden 30 minutos para que estos vean que les da tiempo y poco a poco vallan cogiendo confianza en sí mismos y sus capacidades. Poco a poco iremos ajustando el tiempo real de las actividades para que aprendan a realizarlas en el tiempo establecido, es decir, progresivamente les haremos comprender que el tiempo marcado para esa actividad es el correcto y el que deben seguir para llevar el mismo ritmo que sus compañeros de clase.

ALUMNOS CON ESTADO DE VAGANCIA:

Estos alumnos quizá sean los que en el futuro sean los protagonistas del fracaso escolar ya que carecen de una motivación intrínseca y de una falta de trabajo constante. Este síndrome debe ser tratado desde el primer momento en que, nostras como docentes, nos percatamos de este problema para que de esta manera sea más fácil combatirlo y erradicarlo en su mayor parte. Estos alumnos necesitan que seamos más persistentes con ellos pero sin que se den cuentan de nuestro propósito ya que si no se pueden sentir diferentes al resto, más tontos y eso crea en ellos más desinterés por la escuela.
Para ello debemos involucrarlos más en la participación de las tareas de clase como por ejemplo, sacarles más a la pizarra, mandarles tareas con cierto grado de responsabilidad, etc.
Para que no se sientan excluidos, que es algo que puede ocurrir, daremos a elegir a todos los alumnos una serie de diferentes trabajos, todos de los mismo nivel para que nadie se quede rezagado a nivel de conocimientos. Estos trabajos estarán dirigidos especialmente para los vagos, ya que intentamos motivarlos y de esta manera, vuelvo a repetir, nadie quede discriminado.
Algún ejemplo de actividad para desarrollar en el aula puede ser poner varios ejercicios, de los cueles, sólo tienen que elegir una para aprender el mismo contenido. De esta manera son ellos los que eligen la forma que más les motive para aprender los conocimientos correspondientes al tema.
Si, por ejemplo, ponemos ejercicios de sumas ponemos cuatro fáciles y dos más complicadas. Ellos serán los responsables de escoger lo que más les convengan si unas u otras, sin que la elección influya en la adquisición de los saberes necesarios para continuar con el ritmo de la clase.

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